Hay sangre sobre mis palmas
juro, Dios, que no recuerdo de dónde es
27 horas después el juego volvió a ser negro
y su cara no era la de él.
Escuchaba aplausos como eco
y sabía que el tiempo era el pálpito de su corazón
le propuse que saldríamos a estar bajo un…
su pulgar abrazaba mi meñique
y la vida parecía rápida y fácil
mi garganta se secaba
y deseaba no estar casada
Taciturna despedida de la luz
que seca el pasto y nuestra piel
el frío era mi cruz
para mi sucia y pisada fe
Sus labios manchaban mi angustia
contaba sus pasos
suponiendo que él venia
planee una despedida
que nadie pudiera ver
El dolor tenía un ruido
como un motor que acaba de encender
sentía un nudo en mi cabeza sobre ella
lluvia calló sobre él
Vivir es la prisión de por vida
mi cuerpo era el medio del alma
para ir donde estaba él
sentí el pasado pesado
cuando me di cuenta que él, era el mismo que
quite de su cuerpo el alma
sentada yo al lado de él.
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