Mis balas necesitan tu sangre
Tu bello rostro me hace dudar
Verte y tenerte como antes
De esta noche no pasaras.
Él unio mis ojos cerrados
Mi alma atada a la de mi amado
Jesus esta yaciendo a tus pies
¿Ahora quién podrá salvarte?
Diamantes de sangre me maldicen
Tu propuesta no pude rechazar
Gritaste mi nombre y me encontraste.
Quemaste mi alma y humanidad.
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